albóndigas de pollo y ricota

No soy fan de las albóndigas. Es más, creo que no me equivocaría si digo que nunca comí albóndigas.
La carne picada la prefiero en hamburguesa, empanadas, o, si de pasta se trata, bolognesa.

Pero cuando vi esta versión, la selección de Deb para el segundo reto del #rainydaybitescookbookclub para cocinar todas juntas, supuse que era una buena oportunidad de probarlas, y hacerlas!

La gran diferencia con las albóndigas tradicionales es que, en lugar de pan rallado y huevo, esta versión usa de ligue una generosa cantidad de ricota.

Además de ser super livianas, se transforman en sin TACC!
Por último, no son de carne de vaca. En la receta original son de pavo. Las mías, por accesibilidad, de pollo.

Como dice Julia en su historia sobre la pequeña victoria de esta receta: hacer de más, y freezar! Van bien con casi cualquier cosa: arroz, fideos, pasta, bruschettas... Es fácil tener cocidas y congeladas las bolitas, y retirar las necesarias, ponerlas en la salsa, y disfrutar.

Albóndigas de pollo y ricota (adaptadas de Small Victories)

Ingredientes:
Para la salsa:
1 botella de tomate natural triturado (trae 950 ml, pueden usar 2 o 3 latas de tomate perita, pero el de botella no tiene conservantes!)
3 cucharadas de aceite de oliva
4 dientes de ajo aplatados
Sal
1 cucharada de azúcar

Para las albóndigas:
4 cucharadas de aceite de oliva
3 dientes de ajo picados
Sal
Un gran puñado de albahaca fresca picada (40 g)
Un gran puñado de perejil fresco picado (40 g)
300 gramos de ricota (bien escurrida)
50 gramos de parmesano rallado
900 gramos de muslos y patas de pollo picadas (si usan pavo, sólo muslos)

Procedimiento:
Para la salsa:
1. Calentar en una sartén el aceite, y cocinar los dientes de ajo aplastados por unos minutos.
2. Agregar el tomate triturado (si usan perita en lata, bien pisado), y 1/4 taza de agua, que primero utilizaremos para despegar los restos de tomate de las latas/botella.
3. Agregar un poco de sal y el azúcar y dejar hervir. Una vez que rompa hervor, cocinar a fuego bajo, revolviendo de vez en cuando, aproximadamente 30 minutos. Rectificar sal.

Para las albóndigas:
1. Mientras se cocina y revolvemos de vez en cuando la salsa, precalentar el horno a medio/alto (220° C). Colocar papel aluminio en una asadera grande (la del horno es ideal), y colocar sobre el aluminio 2 cucharadas de oliva, desparramándolo bien por toda la superficie.
2. En un bol mezclar el ajo picado, albahaca, perejil, ricota, parmesano, 1 cucharadita de sal y pollo picado. Amalgamar todo muy bien con las manos.
3. Luego, hacer bolitas del tamaño de una pelotita de golf (o un poco más chicas, depende cuantas quieran!). Si la masa está muy pegajosa, mojarse las manos con agua es la solución.
4. Colocar las bolitas en la asadera, y rociarlas con el aceite restante.
5. Hornearlas aproximadamente 20 minutos, y si les parece, las pueden dar vuelta en la mitad de la cocción. Las mías se doraron más de abajo que de arriba, pero en lugar de darlas vuelta, les di un golpe en la parrilla del horno...
6. Una vez listas (yo partí, y me comí, una para chequear cocción), colocar las albóndigas en la salsa hirviendo, y cocinar unos 10 minutos más.
7. Servir sobre la pasta (en casa fueron bucattinis), y rallarles bastante parmesano por encima).
8. Las albóndigas extras, las congele con salsa y todo... supongo que las comeremos con arroz 😊